DUBÁI - El Consejo de Guardianes de Irán autorizó el domingo las candidaturas del estricto presidente del parlamento y otros cinco aspirantes para las elecciones presidenciales del 28 de junio, tras un choque de helicóptero que mató al presidente, Ebrahim Raisi, y otras siete personas.
El consejo volvió a vetar al expresidente Mahmoud Ahmadinejad, un combativo populista conocido por la represión que siguió a su disputada reelección en 2009.
La decisión del consejo da inicio a una campaña abreviada de dos semanas para sustituir a Raisi, un mandatario de línea dura y que era un protegido del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, al que se barajaba como posible sucesor para el clérigo de 85 años.
La selección de candidatos aprobados por el Consejo de Guardianes, un comité de religiosos y juristas supervisado por Jamenei, sugería que la teocracia iraní trataba de facilitar las elecciones después de que las últimas votaciones batieran mínimos de participación, en un contexto de fuertes tensiones por el rápido avance del programa nuclear del país, además de la guerra entre Israel y Hamás.
El Consejo de Guardianes también mantuvo su costumbre de no aceptar a ninguna mujer ni a nadie que pidiera un cambio radical en la gobernanza del país.
Era probable que la campaña incluyera debates televisados en vivo de los candidatos en la televisora estatal. Los aspirantes también colocan carteles y ofrecen discursos públicos para impulsar sus candidaturas.
Por ahora, ninguno ha anunciado planes concretos, aunque todos han prometido mejorar la situación económica del país, aquejado por sanciones de Estados Unidos y otros países occidentales por su programa nuclear, que ahora enriquece uranio más cerca que nunca de los niveles armamentísticos.
Esos asuntos de estado siguen requiriendo una decisión final de Jamenei, pero en el pasado los presidentes han tendido o bien hacia colaborar o bien a la confrontación con Occidente al respecto.
El candidato más destacado sigue siendo Mohammed Bagher Qalibaf, de 62 años, exalcalde de Teherán con estrechos lazos con la Guardia Revolucionaria. Sin embargo, muchos recuerdan que Qalibaf, exgeneral de la Guardia, participó en una violenta represión de estudiantes universitarios iraníes en 1999. Según los reportes, también ordenó el empleo de munición real contra estudiantes en 2003 cuando servía como jefe de la policía del país.
Qalibaf se presentó sin éxito a la presidencia de 2005 y 2013. Se retiró de las elecciones de 2017 para apoyar a Raisi en su primera campaña fallida a la presidencia. Raisi ganó las elecciones de 2021, que tuvo la participación más baja registrada para unas presidenciales en el país, después de que todos los rivales relevantes fueran descalificados.
Jamenei ofreció un discurso la semana pasada aludiendo a cualidades que partidarios de Qalibaf han destacado como un posible indicio de apoyo del líder supremo al presidente de la cámara.
Sin embargo, el papel de Qalibaf en campañas de represión podría verse de otro modo tras años de inestabilidad en Irán, tanto por su maltrecha economía como en las protestas masivas desencadenadas por la muerte en 2022 de Mahsa Amini, una joven que murió tras ser detenida por supuestamente no llevar el hiyab, un pañuelo que cubre el cabello, a gusto de las autoridades.
El Consejo de Guardianes descalificó a Ahmadinejad, un combativo expresidente que puso en duda el Holocausto y cuestionó cada vez más a Jamenei hacia el final de su mandato. Ahmadinejad es recordado por la violenta represión de las protestas del Movimiento Verde en 2009. El comité también le descalificó en las elecciones pasadas.
Las elecciones se produjeron en un momento de tensiones agravadas entre Irán y Occidente por armar a Rusia en la guerra de ese país contra Ucrania. Su apoyo a grupos armados aliados en todo Oriente Medio ha ganado relevancia tras los ataques de rebeldes hutíes de Yemen contra barcos en el Mar Rojo debido a la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
Raisi, el ministro de Exteriores, Hossein Amirabdollahian, y otras personas murieron en el choque de helicóptero del 19 de mayo en el remoto noroeste de Irán. Las investigaciones siguen en marcha, aunque las autoridades dicen que no hay indicios de juego socio en el siniestro en la ladera de una montaña envuelta en nubes.
Raisi es el segundo presidente de Irán que muere en el cargo. En 1981, una bomba mató al presidente, Mohammad Ali Rajai, en los caóticos días tras la Revolución Islámica del país.