SANTA FE - La Corte Suprema de Estados Unidos tomó una decisión este jueves sobre el futuro de la Ley de Agua Limpia, sosteniendo que esta no se extiende a los humedales que no tienen una conexión superficial continua con las aguas navegables tradicionales, determinando que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) no podrá regular los humedales que no estén conectados a ríos, lagos u oceanos.
“Estoy horrorizada por la decisión de la Corte Suprema, que deja casi el 90% de las aguas de Nuevo México sin protección federal", manifestó la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham.
Según explicó Lujan Grisham, debido a que Nuevo México es un estado árido, los cuerpos de agua y recursos hídricos "deben contar con sólidas protecciones legales".
No solo esto, la decisión de la Corte Suprema también podría tener un impacto en la vida silvestre del estado, pues los humedales son un hábitat importante para una variedad de animales, y su pérdida podría conducir a una disminución de las poblaciones de vida silvestre.
“Durante 50 años, la Ley de Agua Limpia ha sido fundamental para revitalizar y salvaguardar las fuentes de agua potable para las personas, animales y plantas. También ha sido vital para los humedales, el control de inundaciones, y los hábitats que sustentan nuestro patrimonio de la vida silvestre", declaró Jim Murphy, director de defensa legal de la Federación Nacional de Vida Silvestre.
A consecuencia, la gobernadora aseguró que su administración trabajará arduamente en identificar cualquier brecha regulatoria que puedan llenar a nivel estatal.
"Trabajando juntos entre agencias, la Legislatura, las comunidades y con otros socios lo antes posible para asegurarnos de que nuestra agua y nuestra salud pública permanezcan protegidas", aseguró Lujan Grisham.
La decisión de la Corte Suprema en Sackett v. EPA es una gran victoria para los dueños de propiedades y empresas, pues esta limita el poder de la EPA para regular los humedales y brinda a los propietarios más certeza sobre lo que pueden hacer con sus tierras.
No obstante, la decisión también es un revés para los esfuerzos de la EPA para proteger los humedales.
