ALBUQUERQUE — La gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, emitió un comunicado el viernes, anunciando su intervención en la lucha sobre cómo Servicio Forestal de EEUU está erradicando las vacas salvajes en el bosque Gila.
El Servicio Forestal actualmente está realizando una operación de tiro aéreo para matar hasta 150 vacas "no autorizadas" en una vasta área de valles escarpados y laderas de montañas cubiertas de árboles.
Ante esto, funcionarios federales y ambientalistas argumentaron que los animales están pisoteando las orillas de los arroyos y dañando el hábitat de otras especies. Por su parte, los ganaderos declararon que la operación equivale a crueldad hacia los animales y que las vacas podrían haber sido reunidas y retiradas en lugar, en vez de dejar que sus cadáveres se pudrieran en la naturaleza.
Por su parte, un juez federal despejó el camino para la operación el miércoles, cuando negó una solicitud de aplazamiento de los ganaderos.
Ante esto, la gobernadora comunicó que compartió sus preocupaciones con los funcionarios federales y les pidió que busquen una mejor alternativa.
“Ya sea que se debatan las quemas prescritas o el manejo de la vida silvestre, es imperativo que los habitantes de Nuevo México que viven y trabajan en las áreas afectadas y cerca de ellas tengan tiempo para participar de manera significativa en estas decisiones. Cuando eso no ocurre, fomenta un clima continuo de desconfianza y obstaculiza el progreso hacia nuestros objetivos compartidos de un medio ambiente saludable y una economía rural próspera”, expuso Lujan Grisham.
El Servicio Forestal dijo el viernes que comparte los valores de la gobernadora en lo que respecta a la conservación y la participación pública y seguirá comprometido con la transparencia.
Por otro lado, el portavoz de la agencia, Ivan Diego Knudsen, informó que ha habido extensas discusiones con las partes interesadas en los últimos años y que la agencia ha tratado de abordar las preocupaciones. Asimismo, añadió que esas conversaciones con el Departamento de Agricultura de Nuevo México, la Junta de Ganadería de Nuevo México y la comunidad ganadera continuarán.
“Nuestra esperanza es trabajar con los productores de ganado para que podamos lograr operaciones más efectivas que en el pasado”, explicó Knudsen en un comunicado.
La agencia aseguró que está a favor de “un enfoque integrado que puede incluir tanto recolectas como remociones aéreas para cumplir mejor con nuestra visión compartida” para el área silvestre.
Por su parte, los ganaderos en los documentos judiciales habían argumentado que la agencia se saltaba los pasos de reunir el ganado y confiscarlo, optando, en cambio, por el último recurso de matarlo a tiros.
Su abogado dijo en la corte que la operación tenía el potencial de resultar en un estimado de 65 toneladas de animales muertos que se dejarían en la naturaleza durante meses hasta que se descompusieran o fueran comidos por los carroñeros.
No obstante, el Bosque Nacional de Gila emitió su decisión final de matar a tiros al ganado descarriado la semana pasada en medio de la presión de grupos ambientalistas que han expresado su preocupación por el pastoreo sin control en áreas sensibles.
