ALBUQUERQUE - Miembros de la delegación del Congreso de Nuevo México criticaron este miércoles a los administradores de emergencias federales por incumplir plazos mientras los residentes buscan asistencia para recuperarse de la destrucción que dejó el incendio forestal más grande en la historia registrada del estado.
Ha pasado un año desde que el Servicio Forestal de EEUU perdió el control de dos quemaduras prescritas y desató el incendio más grande de la historia de Nuevo México, Hermits Peak/Calf Canyon. Cientos de casas fueron destruidas junto con los medios de vida de muchos residentes rurales que ahora se están preparando para otra temporada de inundaciones posteriores al fuego.
La representante de Estados Unidos, Teresa Leger Fernández y los senadores de Estados Unidos, Martin Heinrich y Ben Ray Luján enviaron una carta a FEMA y al Departamento de Seguridad Nacional de EEUU, donde argumentaron que las agencias necesitan finalizar las regulaciones para reparar casi $4 millones en fondos de recuperación a familias y empresas.
Los legisladores también dijeron que FEMA ha incumplido una serie de plazos autoimpuestos, y eso ha profundizado la desconfianza con la comunidad.
"Cada día que pasa sin compensación a las víctimas retrasa su capacidad de comenzar a reconstruir después de perder tanto", dice la carta. "Les pedimos que se pongan en los zapatos de aquellos que han esperado más de un año después de que comenzó el fuego".
FEMA abrió sus oficinas de reclamos regionales al público en las últimas semanas, y la directora, Angela Gladwell, prometió que su personal "estará aquí hasta que el trabajo esté terminado y cada reclamante reciba la compensación que se le debe".
Los funcionarios regionales de FEMA no respondieron de inmediato a un correo electrónico en busca de comentarios sobre la carta de los legisladores o el momento para finalizar las regulaciones.
Por su parte, funcionarios de Nuevo México indicaron que el retraso estaba relacionado con la reconsideración de disposiciones que se ocupan de la compensación por los árboles que fueron quemados en propiedad privada y compensación por la reducción de riesgos. Asimismo argumentaron que el idioma era un remanente de una catástrofe diferente que afectó a los hogares suburbanos, no una economía basada en el bosque.
“Reiteramos la importancia de eliminar estos límites. Es de vital importancia que nuestras comunidades puedan comenzar a restaurar sus tierras y comenzar los esfuerzos de mitigación para proteger sus hogares y propiedades de futuras inundaciones o incendios”, se lee en la carta.
Leger Fernández y los dos senadores solicitaron que FEMA y la Seguridad Nacional proporcionen una actualización, diciendo que muchas víctimas aún no tienen casas permanentes y que las inundaciones anticipadas este verano empeorarán las cosas.