ALBUQUERQUE — Hasta el momento, solo se han confirmado 10 casos de viruela del mono en Nuevo México, y altos funcionarios de salud informaron el jueves que no hay preocupaciones inmediatas de que el estado experimente una escasez de vacunas a corto plazo.
Los funcionarios del Departamento de Salud del estado comunicaron a través de una sesión informativa que todos los casos confirmados involucran a personas que contrajeron el virus fuera de Nuevo México, lo que indica que aún no ha habido propagación comunitaria. La actualización se produjo cuando el gobierno de EEUU estaba a punto de declarar una emergencia de salud pública para reforzar la respuesta federal al creciente número de casos en otras partes del país.
El secretario de Salud y Servicios Humanos de Nuevo México, el Dr. David Scrase, llamó a la viruela del mono “la nueva enfermedad infecciosa del barrio”, y dijo que el estado la está tomando en serio a pesar del bajo número de casos.
Nuevo México tiene cerca de 1,000 vacunas disponibles y se entregarán otras 2,600 en los próximos meses. Las vacunas están disponibles con cita previa solo después de que los funcionarios de salud confirmen que una persona corre un alto riesgo al entrar en contacto con alguien infectado.
Se investiga cada caso, con seguimiento de contactos y evaluaciones de exposición al riesgo como parte del proceso.
La subsecretaria de Salud, Dra. Laura Parajón, anunció que se han administrado alrededor de 250 vacunas en Nuevo México hasta esta semana.
“Estamos un poco por delante del juego porque Nuevo México es un estado más pequeño”, dijo, señalando la escasa población. “Y tenemos la ventaja de ver que otros estados ya comenzaron a tener casos y luego pudimos prepararnos para esta eventualidad”.
El virus de la viruela del mono se propaga a través del contacto prolongado y cercano de piel con piel, incluidos los abrazos, las caricias y los besos, así como al compartir ropa de cama, toallas y ropa. Los síntomas pueden incluir fiebre, dolores corporales, escalofríos, fatiga y protuberancias parecidas a granos en muchas partes del cuerpo.
Mientras tanto, los funcionarios de salud de Nuevo México comentaron que los casos de COVID-19 en el estado se han estancado y que la última variante resultó en una enfermedad menos grave y menos hospitalizaciones. Por ejemplo, menos del 4 % de las personas actualmente hospitalizadas requieren un ventilador, una reducción significativa con respecto al más del 20 % a principios de la pandemia.
Reconociendo que Nuevo México tiene un gran porcentaje de personas mayores de 65 años y ocupa un lugar destacado en otras vulnerabilidades sociales como la pobreza y la falta de acceso a la atención médica, Scrase dijo que el estado continúa monitoreando de cerca cómo la pandemia está afectando el sistema de atención médica. En este momento, dijo que los hospitales están en una posición mucho mejor cuando se trata de tener camas disponibles para los pacientes.
