SANTA FE— Nuevo México tiene la peor tasa de muertes relacionadas con el alcohol en la nación con casi 2,000 personas por año y algunos legisladores debaten si el impuesto estatal sobre las bebidas alcohólicas debería ser más alto.
El Santa Fe New Mexican informó que el Comité Legislativo de Salud y Servicios Humanos eligió un aumento del impuesto al alcohol como una de sus principales prioridades para el próximo año.
No obstante, algunos legisladores no saben cuánto aumentar el impuesto al alcohol, si cambiar la forma en que se recaudan los impuestos y qué hacer con los ingresos recaudados.
Nuevo México cobra una cantidad fija de impuestos a los mayoristas de alcohol por volumen de bebida que venden a los minoristas, quienes elevan los precios a los consumidores para cubrir el recargo.
Los expertos alegan que los impuestos más altos reducen algunos de los impactos nocivos del alcohol al hacer que sea más costoso beber en exceso.
Los impuestos sobre el alcohol también generan ingresos que pueden financiar los servicios de prevención y tratamiento.
Pero el Santa Fe New Mexican informó que las tarifas del estado no se ajustan a medida que la inflación hace subir los precios del alcohol y los legisladores rara vez hacen cambios.
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Las tarifas actuales, 7 centavos por bebida para vino y licores y 4 centavos por bebida para cerveza, están en mínimos históricos, según el periódico.
La última vez que los defensores en Nuevo México intentaron aumentar los impuestos al alcohol, hicieron campaña en 2017 por un aumento generalizado de un cuarto de bebida y el proyecto de ley fracasó.
“Todos deben comprender el panorama antes de que tengamos una conversación seria sobre cómo debe cambiarse”, manifestó a Santa Fe New Mexican la representante Christine Chandler, quien preside el Comité de Política Tributaria y Estabilización de Ingresos de la legislatura estatal.
