INCENDIOS EN NUEVO MÉXICO

Retoman la quema intencional de bosques en Nuevo México

Se estandarizarán los permisos para encender fuegos y otras comunicaciones para evitar errores, en medio de los esfuerzos por aprender de la pequeña proporción de incendios prescritos que escapan al control.

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SANTA FE — El Servicio Forestal de EEUU está reanudando su práctica de incendiar intencionalmente para despejar la maleza y árboles pequeños de las áreas boscosas en todo el país, tras una pausa de tres meses para revisar los riesgos de incendios forestales desbocados bajo condiciones climáticas cada vez más severas, anunció la agencia este jueves.

El programa de incendios prescritos se suspendió a fines de mayo en medio de un devastador incendio forestal provocado por el gobierno federal cerca de Las Vegas, Nuevo México, que arrasó más de 700 kilómetros cuadrados a través de comunidades remotas en el sur de las Montañas Rocosas.

El jefe del Servicio Forestal, Randy Moore, dijo que las quemas prescritas requerirán nuevas medidas de seguridad, como la autorización el mismo día para mantenerse al día con la evolución del clima y las condiciones del suelo.

Añadió que el Servicio Forestal adoptará tácticas obligatorias, extraídas de una revisión profunda y un proceso de consulta pública, que incluyen un análisis científico más sólido de los planes de quema y una evaluación final en el lugar tras el potencial de error humano relacionado con la fatiga o la inexperiencia.

Se estandarizarán los permisos para encender fuegos y otras comunicaciones para evitar errores, en medio de los esfuerzos por aprender de la pequeña proporción de incendios prescritos que se salen de control.

“Es nuestro deber y no puedo exagerar eso”, manifestó Moore respecto a las nuevas salvaguardas y tácticas. “Cada vez que ocurre uno de estos incendios, como el de Nuevo México, ya sabes, perdemos la confianza y la credibilidad en las comunidades a las que servimos y, por lo tanto, tenemos que hacer esto bien”.

Moore añadió que la agencia no retrocederá ante las quemas intencionales, las que considera una herramienta crucial para reducir la acumulación de material combustible en los suelos de los bosques y los pastizales.

“Nuestro clima está cambiando y tenemos la ciencia para respaldarlo”, argumentó Moore. “Necesitamos aumentar la cantidad de trabajo que estamos haciendo hasta cuatro veces. Sentimos que si queremos hacer una diferencia en ese paisaje, entre la tala de bosques y la quema prescrita, realmente necesitamos intensificarlo. Y debemos hacerlo de una manera que sea segura, de una manera que realmente infunda la confianza del público”.

Para fin de año, la agencia también espera expandir la capacitación no solo para el personal del Servicio Forestal, sino también para los miembros de la comunidad local que podrían estar certificados para participar directamente en incendios forestales controlados.

La posible demanda se basaría en que los empleados del servicio forestal fueron los responsables de iniciar el incendio que se salió de control al noreste del estado en abril.

Para inculcar una mayor responsabilidad, Moore comentó que pronto designará a un miembro específico del Servicio Forestal a nivel nacional para supervisar la implementación de los nuevos requisitos y tácticas para la quema prescrita.

Muchos expertos forestales fuera del gobierno federal dicen que las quemas prescritas deben ir acompañadas de una mejor supervisión y nuevas herramientas científicas para modelar el comportamiento del fuego.

Owen Burney, director del Centro de Investigación Forestal John T. Harrington de la Universidad Estatal de Nuevo México, dijo que el Servicio Forestal podría inspirar una mayor confianza en las quemas prescritas con una supervisión independiente externa a la agencia, no solo los administradores del Servicio Forestal.

“No creo que el Servicio Forestal deba ser egoísta”, manifestó Burney. “Lo que necesitan tener son asesores externos”.

Los cambios previstos en el programa de quema prescrita también se orientarán hacia el desarrollo económico y la posible introducción de nuevos productos de construcción compuestos hechos de árboles de diámetro pequeño y partículas de madera, productos que podrían incentivar una mejor gestión forestal y crear empleos locales.

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