SANTA FE, Nuevo México - El jurado en el juicio de la exencargada de armas del filme “Rust”, escuchó el miércoles testimonio que argumentaba que el director del set incrementó la supervisión de la seguridad de las armas de fuego en el set, pero estaba parcialmente consciente de los fallos en las detonaciones en las armas, a tan solo días antes a la muerte a tiros de una directora de fotografía.
El juicio de la armera cinematográfica, Hannah Gutiérrez-Reed, por cargos de homicidio involuntario y manipulación de pruebas, entró en su quinto día con el testimonio del director del set, así como del investigador principal del caso de la Oficina del Alguacil del condado Santa Fe (SFCSO, por sus siglas en inglés).
Gutiérrez-Reed se declaró no culpable de los cargos en su contra y el abogado defensor, Jason Bowles, destacó en los interrogatorios que a Alec Baldwin se le permitió caminar y hablar con los miembros de la tripulación inmediatamente después del tiroteo el 21 de octubre de 2021, mientras que Gutiérrez-Reed fue confinada a vehículos policiacos y estuvo bajo supervisión hasta en el baño.
Baldwin, el actor principal y coproductor de “Rust”, fue acusado formalmente por un gran jurado el mes pasado y se declaró no culpable de un cargo de homicidio involuntario. Ese juicio está previsto para julio.
Gabrielle Pickle, quién ayudó a contratar al equipo y supervisó los gastos en seguridad y entrenamiento de armas, dijo al jurado el miércoles que el número de “días de armero”, es decir, con un supervisor de armas dedicado en el set, se amplió de cinco a 10 cuando Gutiérrez-Reed presionó para que le dieran más tiempo para centrarse en las armas de fuego en lugar de sus tareas menos remuneradas como asistente de utilería.
Los productores redujeron los requisitos de papeleo para Gutiérrez-Reed para ayudarla a mantenerse al día con responsabilidades que incluían la supervisión de armas reales y municiones falsas, explicó Pickle, aunque de alguna manera la munición real llegó al set en violación a las pautas de la industria. Pickle añadió que confrontó a Gutiérrez-Reed por las quejas de que las armas se dejaban desatendidas y negoció para mejorar el monitoreo.
Gutiérrez-Reed expresó a los investigadores en noviembre de 2021 que entrenó a Baldwin en el manejo de armas durante al menos un día, pero quería más tiempo y le preocupaba su habilidad para sacar un revólver de una funda. El vídeo de esa entrevista se mostró ante el jurado, pero ella no testificó en el juicio.
Pickle testificó que recibió una solicitud de Gutiérrez-Reed para más tiempo como armero para entrenar a un niño actor, con Baldwin presente.
“Ella solicitó capacitación que involucraría a Brady, que era un menor de edad que no disparó armas en la película, y lo negué por motivos del seguro”, explicó Pickle. “La solicitud no se debió a que Alec necesitara más tiempo”.
Baldwin estaba apuntando con el arma a la directora de fotografía Halyna Hutchins cuando se disparó, matándola e hiriendo al director Joel Souza. Baldwin ha dicho que apretó el martillo pero no el gatillo.
Los reguladores de seguridad en el lugar de trabajo de Nuevo México dicen que los gerentes de producción tomaron medidas limitadas o ninguna para abordar dos fallas en el set antes del tiroteo fatal.
Durante el contrainterrogatorio de la defensa, Pickle reconoció que le informaron de una descarga accidental, pero dijo que la otra nunca se le fue informada y no apareció en un registro diario de eventos importantes. Declaró que sólo o se enteró después del tiroteo contra Hutchins.
“¿De quién sería la responsabilidad en la cadena de mando de informar esas descargas accidentales?”, le preguntó Bowles.
“Cualquiera en el set”, respondió Pickle.
Los abogados defensores dicen que los problemas en el set estaban fuera del control de Gutiérrez-Reed y han señalado deficiencias en la recopilación de pruebas y las entrevistas. También dicen que el principal proveedor de municiones no fue investigado adecuadamente.
Los fiscales dicen que Gutiérrez-Reed es culpable de llevar munición real al set y que supuestamente consideró que los protocolos básicos de seguridad para las armas eran opcionales.
