SANTA FE — La gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, firmó este lunes una ley para promover el uso de préstamos sin intereses por los gobiernos locales, para reemplazar o reparar la infraestructura pública dañada por incendios forestales o inundaciones que azotaron la región en 2022.
La ley sigue al histórico incendio de Hermits Peak-Calf Canyon del año pasado que explotó y se convirtió en el incendio forestal más grande en la historia registrada de Nuevo México.
Comenzado a principios de abril como una quema prescrita por el gobierno de EEUU, el catastrófico incendio ennegreció más de 530 millas cuadradas de la región. Cientos de casas en el norte de Nuevo México se perdieron.
Un informe posterior del Servicio Forestal de EEUU dijo que sus empleados cometieron múltiples errores de cálculo, usaron modelos inexactos y subestimaron cuán secas eran las condiciones.
Por su parte, los expertos aseguraron que los daños ambientales resultantes perdurarán durante décadas.
El Congreso y el presidente Joe Biden ha aprobado casi $4,000 millones en fondos de recuperación. Aunque, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias todavía está estableciendo oficinas de reclamos.
La ley estatal recién firmada reserva $100 millones en préstamos para condados, ciudades y municipios para comenzar a trabajar en proyectos que podrían incluir una planta de tratamiento de agua en el condado de Mora o caminos, puentes y cercas en Las Vegas, donde miles de residentes fueron evacuados la primavera pasada.
“Estos fondos ayudarán a reconstruir y reparar la infraestructura de inmediato, lo que permitirá a nuestras comunidades seguir sanando”, dijo la gobernadora en un tuit el lunes.
El Departamento de Finanzas y Administración de Nuevo México administrará el programa de préstamos.
Los partidarios de la legislación dijeron anteriormente que los fondos estatales se destinarían a proyectos que FEMA ha indicado que cubrirá según las pautas federales. Eso significa que los gobiernos locales podrían utilizar los fondos de FEMA más tarde para pagar los préstamos estatales.
El Servicio Forestal de EEUU reanudó las operaciones de quema controlada en todo el país después de una pausa de 90 días para revisar las políticas y los procedimientos de quema prescrita.
