ALBUQUERQUE — La presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, manifestó el lunes que el gobierno federal tiene que hacer más para ayudar con la recuperación de Nuevo México, tras el daño que dejaron los incendios forestales en varias regiones del estado.
El incendio más grande en la historia del estado fue provocado a principios de este año por dos quemas prescritas planificadas por el gobierno. El desastre natural obligó a miles de residentes a evacuar comunidades a lo largo de la cordillera Sangre de Cristo, mientras el fuego quemaba más de 530 millas cuadradas de las estribaciones de las Montañas Rocosas.
El incendio obligó al Servicio Forestal de EEUU a revisar sus políticas de incendios prescritos antes de reanudar las operaciones. Los expertos comunicaron que las consecuencias ambientales probablemente se extenderán por generaciones.
Recién salida de un fin de semana de campaña para los candidatos demócratas a la Cámara en Nuevo México, Pelosi se reunió con más de una docena de residentes afectados por el incendio.
Ella insinuó que un proyecto de ley de gastos del gobierno pendiente en el Congreso podría servir como un "gran comienzo" para que los residentes se sientan completos. Ella no puso un precio al paquete de ayuda y explicó que será cuestión de identificar a las fuentes correctas de las cuales extraer los fondos, dado que todo, desde la agricultura hasta la calidad del agua y las pequeñas empresas, se vio afectado.
“Lamento lo que han estado sufriendo, reconozco el tiempo que llevará”, confesó Pelosi a los residentes reunidos alrededor de la mesa. Había agricultores, funcionarios electos locales, estudiantes de secundaria, expertos forestales y especialistas en riego.
Algunos residentes hablaron de las noches de insomnio, preocupados por si la próxima tormenta arrastraría más cenizas y escombros de las laderas áridas de las montañas. Hablaron de las dificultades para moverse dado que algunos puentes han sido arrasados por las inundaciones posteriores al incendio. Algunas zonas aún carecen de líneas telefónicas y hay arroyos donde solían pescar que ahora están contaminados.
Muchos residentes también expresaron su frustración con los administradores federales de emergencias al solicitar asistencia, diciendo que no entienden la cultura rural de Nuevo México.
“Hubo un reconocimiento de que esto era evitable, y eso lo hace vergonzoso. Pero eso hace que sea una razón más para que aprendamos de él de inmediato”, argumentó Pelosi, y agregó que FEMA deberá mitigar su respuesta, ya que muchos propietarios carecen de escrituras u otros documentos requeridos.
La representante estadounidense, Teresa Leger Fernández, demócrata que representa el área carbonizada por el incendio forestal, invitó a Pelosi a Nuevo México para escuchar a las familias. Ella trabajó la legislación para compensar completamente a aquellos que sufrieron lesiones personales o pérdida de propiedad, negocios o ingresos como resultado del incendio.
Para la comunidad de Las Vegas, Nuevo México, el incendio puso los suministros de agua potable en una posición aún más precaria. La sequía y el envejecimiento de la infraestructura ya estaban causando estragos, pero los escombros y las cenizas que fluían por el río Gallinas obligaron a la ciudad a buscar fondos de emergencia para instalar un sistema de tratamiento temporal.
El alcalde Louie Trujillo reiteró que “el gobierno fue 100% responsable de este monstruoso desastre”. Le pidió a Pelosi que se asegurara de que la legislación de alivio sea aprobada por el Congreso.
